viernes, 10 de julio de 2015



DIEZ DE JULIO

Hola:

Ayer, tontamente, me tropecé con nuestra foto. Esa primera que tanto nos gustaba La que nos tomaron en la calle, tú detrás de mí, abarcándome entre tus brazos y mis manos cruzadas sobre el pecho sujetando tus muñecas. Y tu camisa amarilla y mi camiseta roja. Y casi me arrepentí de ser tan feliz ahora, así como estoy, sin ganas de ti ni nada parecido. Y me pregunté, una vez más, dónde terminó por esconderse el hombre con el que me retrataron esa noche. Ese amante leal y generoso al que podía mirar a los ojos durante horas. Sin mediar palabra. Y casi al instante, ya ves, a estas alturas, rompí a llorar al acordarme del día aquél, meses después, en que te pregunté que por qué me querías mientras la bulla de los gigantes y los gaiteros atronaba la calle ahogada en fiesta. Y que no supiste contestarme, sentado en la esquina del sofá, baja la vista, con la garganta a reventar de excusas y de adioses aplazados.
Guardé todas tus cosas y no volví a mirarlas, pero el móvil es así de cabronazo. Un paseo por los archivos en busca de una imagen y zas… tú y yo y mis puños abrazando tus muñecas. Y tu camisa amarilla y mi camiseta roja. Y en frente el objetivo almacenando en la memoria aquello que pudimos ser pero que se acabó quedando en el camino. Y una espada clavándose en el alma…
¡Cómo duele el amor cuando es mentira!

#SafeCreative Mina Cb

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