miércoles, 12 de agosto de 2015



CORAZONES FLECHADOS

Escribir
cartas de amor contra corriente.

Tiempos raros,
edades complicadas,
situaciones complejas,
relojes ajustados
según husos horarios diferentes.

Era más fácil antes, cuando niños;
que ponías te quiero,
un corazón bien rojo
(con gotitas a veces)
y una flecha al través
y un nombre a cada lado
(¡Qué pobre corazón!
- me digo ahora-
Así nos ha ido a todos…
no me extraña)
y todo estaba claro:
unidos para siempre
(vaya rollo, con lo larga
que puede ser la eternidad…)

Ahora, sin embargo
ya no sirven las flechas afiladas
ni las vísceras rojas y sangrantes,
ni el Bécquer cursilón y endecasílabo,
ni un anillo
ganado en las garitas de la feria
tras fundirse la paga en perdigones.

Ahora ya sólo vale la fortuna
de que nos encontremos
en plena alineación de los planetas
y se hallen nuestras almas
receptivas,
desnudas,
preparadas,
despejado el camino,
sin sombras ni fantasmas,
sin miedos ni esperanzas de milagros,
con la frente marchita y con las ganas
de querernos y punto
sin pensar en las flechas
o en las gotas de sangre
o en ese “para siempre”
fatal y lapidario
que engendra la rutina
y aniquila el amor.

#SafeCreative Mina Cb

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