miércoles, 30 de diciembre de 2015



Querida mía:

No creas que me ha sido fácil tomar esta decisión. Son muchos los años que llevamos juntos, tú siempre eficiente y en tu sitio y yo utilizándote cuando lo creía necesario.
Recuerdo muy bien el día en que llegaste a casa, bella y resplandeciente. Y cómo me gustaban tus líneas. Y ese estilo elegante que encajaba tan bien en el entorno. Cierto es que algunos detalles no encajaban y hube de ajustarlos. Pero no hay nada que no se solucione con voluntad y una caja de herramientas.
Sin embargo ha llegado el momento de que nos separemos. Tú, he de reconocerlo, ya no me satisfaces como antes. Necesito a otra con más luces. Me hago mayor, y ya no soy lo que era. Y por mucho que tú te esfuerces, y por mucho que yo vaya aumentando progresivamente la potencia de las bombillas, nada es como antes. Voy medio a ciegas y un día me voy a romper la crisma. Pero no te amohínes, querida, porque el flexo del escritorio y la lámpara de la mesilla van a correr tu misma suerte. Por otra parte, y en señal de agradecimiento, he buscado para ti un nuevo hogar: un lugar en el que serás acogida con la misma ilusión con la que yo te abrí las puertas de mi casa hace casi una década.

No me guardes rencor y parte en paz, sabedora de que el agujero del techo del que colgaste durante años quedará abierto en tu honor.

No pienso emplastecerlo.

#SafeCreative Mina Cb

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