jueves, 14 de abril de 2016



DIENTE DE LEÓN

"¿Qué es mejor, una neumonía provocada por el agua helada, o pasarte toda la vida seco?”
Carlos Miguel Cortés, Intranerso
...
Me gusta observar la naturaleza. No sé… es una manía. Como la de tomarse un nolotil antes de que te duela la cabeza. O la de echar azúcar moreno en el café.

El otro día me di cuenta de que las margaritas son unas desconfiadas. Aparte de unas inseguras y unas mentirosas. Que eso ya era del dominio público. Pero es que además son desconfiadas. O prudentes. En fin… aburridillas y de personalidad desconcertante.

Iba yo paseando en una de estas mañanas templadas pero no demasiado luminosas cuando descubrí que, mientras ellas apenas asomaban la cabeza, los dientes de león andaban a pecho descubierto, ahí me las den todas, la petalería desplegada radialmente, amarillos como yemas de huevos fritos y en plan me importa un pito lo que puedan escupir las nubes. Las margaritas, en cambio, observaban, tímidas y sombrías, cáliz y pétalos semicerrados, por dónde venía el tema. Como diciendo eso de a ver si el sol me la va a dar con queso, y yo me voy a abrir y me va a pillar un chaparrón antes de que me dé tiempo a replegarme. Y adiós que te vaya bien. Que una margarita no dura eternamente. Y yo lo que quiero es volver a ver la luz mañana.

Pero a lo que estamos… que mola más ser diente de león. Y que bueno, a lo mejor son más osados porque son más altos, y la vista les alcanza más allá, pero que lo de ser margarita y encerrarse en sí misma cada vez que las nubes aparecen las priva a las pobres de muchas cosas bellas. Del canto de los pájaros por ejemplo. Que lo mismo no les llega dentro de esa funda. Y a ver de qué te sirve sobrevivir un verano entero si la mitad del tiempo te la pegas sin música y sin luz.

Vamos… digo yo.

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario