viernes, 8 de abril de 2016




PENÉLOPE

Ya me advirtió mi madre:
“Vanitas vanitatum”, hija mía…

Y ahora aprendo latín
al tiempo que remiendo calcetines
(y eso que Roma aún no se ha inventado)
¡Ay, este Ulises mío…!
Otra vez de excursión con los colegas.

El ombligo del mundo
y el pobre es incapaz de organizarse.

Cuando nació mi hijo
(nuestro hijo... perdón)
él estaba en el fútbol, me dijeron,
y yo allí, perniabierta
clamando al cielo y sin epidural
sangrando como un cerdo.
“Esto - me dijo- es por las buenas noches”
la jodida matrona

El muy cabrón volvió de madrugada
con tres amigos y un escapulario
de no sé qué deidad
contándome una historia alucinante:
Hablaba de sirenas,
de monstruos, de gorgonas,
de fieras y de gente muy rarita.

Claro lo vio mi madre:
“Pa mí que tu marido es un fantasma
pero oye, si lo quieres…”

Y aquí sigo, a la espera:
remiendo por la noche,
descoso por el día…
Y este, que no se digna ni a mandarme
un puñetero watsapp…

“Vanitas vanitatum”
que decía mi madre.

¡Ay… ¡ ¡Cómo son los hombres!

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario