jueves, 12 de mayo de 2016

 
 
ZAFARRANCHO

Pues sí que tiene sentido. No me gusta limpiar. Pero nada de nada. Y ese día estaba muy cansada. Y aún así me puse a ello. Zafarrancho de combate. Muebles, alfombras, polvo, cortinas, azulejos y al final el suelo, claro está. Bien aspirado y fregado después. Acabé con el tiempo justo para acudir a la cita con mi amiga. Me saqué los zapatos a la puerta, me vestí y salí del dormitorio ...descalza, pasando la fregona tras mis huellas. Ella vive al otro lado de la cuidad y nada más salir empezó a llover un poco. Apenas unas gotas. Pensé que era una nube. Tenía el paraguas y las llaves del coche en el armario. Y no me daba la gana de subir, quitarme los zapatos, entrar, cogerlo todo y volver a salir. Y todo fregona en ristre. Así que confié en que la nube no viniera muy cargada. Pero sí que venía. Y me calé. Y luego mi amiga, que está en plena menopausia y se sienta en terrazas hasta con cuarenta bajo cero. Así que me puse malísima. Se empeñó en llevarme a urgencias y el resto ya lo conoce usted, señor doctor. Lo de la neumonía digo. En fin… que muchas gracias, oiga. Que han sido todos muy amables y que me vuelvo a casa. Que después de mes y medio digo yo que el suelo estará seco.

#SafeCreative Mina Cb

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