lunes, 13 de junio de 2016



ESTADOS

Ya no me llevo libros al retrete. Ni hago fuerzas leyendo los frascos del champú. Ni hablar. Eso pasó a la historia. Ahora lo que me pone es encerrarme en el baño con el móvil y, si va para largo, entretenerme leyendo los estados de mis contactos del whatsapp. Lo uso como terapia. Según vaya la cosa leo unos u otros. Porque los hay para cagarse, para mear y no echar gota, para mearte de la risa y hasta para paralizar el movimiento intestinal. Y es que hay personas cuya trayectoria emocional se refleja en su estado del whatsapp como si el mismo se tratase de un diario íntimo. Te enteras de si están tristes, de si están contentos, de si están enfermos, de si los ha dejado la novia, de si tienen hemorroides, de si los han despedido del trabajo e incluso de si han perdido el móvil. Porque cuando eso pasa se pegan varios días sin cambiar la frase. Es por ello que me gusta tanto deslizar el dedo por la pantalla e ir mirando, a ver qué se cuenta cada cual. Y como, claro, uno tiene contactos del pelaje más variado, la galería no puede ser más colorista: los artistas inventan estados ocurrentes, los amargados deprimentes, los separados sugerentes, los vendedores convincentes, los descarados indecentes y los optimistas complacientes. Y luego ya está el tema lingüístico o emoticónico, que entre los que ponen dibujitos, los que emplean lenguaje cifrado, los que hacen más faltas que un equipo griego en una final del eurobásket y los que se lían a poner frases en otro idioma, te puedes pegar una gastroenteritis entera resolviendo enigmas. Claro que para compensar están los pasotas, que no se rayan y dejan ese mensaje de “Jey, tere, ayam yusing guasap”… que digo yo que la tal Tere tiene que estar hasta al gorro y más arriba de la aplicación.
Pero lo mejor, y ya a nivel creativo, son esas personas que tienen una tal capacidad de síntesis que pueden hacer que te partas el culo en dos o tres palabras, de modo que no es necesario abrir el contacto para leer el mensaje; esto es, con sólo echar un ojo te sale una risotada que casi pone en alerta al vecindario. Mi favorito es el de un tipo muy majete, un chaval entrañable y socarrón que escribe unos poemas que te mueres de la risa y cuyo estado reza, simplemente:
“Lamentable”.

#SafeCreative Mina Cb

Y tú… ¿qué estado tienes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario