viernes, 23 de septiembre de 2016

 


TANGO

Algo le echan al tango que envenena,
que alborota la mente y los sentidos.
Algo tienen los sones renegridos
de esa canción de noche de verbena.

Era el son del domingo a mediodía,
de papá con la brocha del masaje
y jabón, y gemelos en el traje
y paseo y alguna chuchería.

Era Gardel en discos de vinilo
llorando a Buenos Aires desde lejos;
microsurcos minúsculos y añejos
que me dejaban con el alma en vilo.

Ahora entiendo los sones de ese “Yira”
que sonaba tan agrio y desgarrado
ahora que mi papá ya se he marchado
puedo entender que todo era mentira.

#SafeCreative Mina Cb

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