lunes, 24 de octubre de 2016

 
 
VOLVER A EMPEZAR

Ayer pasamos nuestras primeras horas juntos. No fue un gran comienzo, la verdad. Llovía a mares y permanecimos un buen rato en la entrada del lugar al que había ido a buscarle, yo mirándolo indecisa y él con ese aire ausente de quienes parecen no tener pasado.

Había quedado con unas amigas para preparar una excursión y la cita era ineludible. Cuando la concerté ya lo esperaba, pero como no conocía la fecha exacta de su llegada continué con mi vida sin darle más importancia a su existencia. Ya he rebasado esa edad del entusiasmo de la víspera, la verdad... y muy raro es que algo me quite el sueño a estas alturas. Así que lo mantuve a mi lado, inmóvil y callado, hasta que al fin la reunión se disolvió y llegamos a mi casa. Hice un poco de cena y nos fuimos al sofá, donde pasó lo que suele pasar en estos casos, esto es; yo lo miraba y él me contemplaba, iluminado e inquietante, agitándose un poco cada vez que yo tocaba ciertos puntos de su anatomía. Nos fuimos a la cama a descansar. No quise violentarlo con mis exigencias puesto que él no llevaba protección y temía que ocurriera un accidente.

Esta mañana me ha despertado. A las siete en punto, como le indiqué. Se me ha hecho rara esta presencia suya, tan distinta a la del resto: ese tacto frío y esa textura a la cual mis manos todavía no se han habituado. Claro que sé que pasará. Ya me ha ocurrido en otras ocasiones. En un par de semanas ni me acordaré del otro.

Es más: creo que hasta le voy a poner un tono de llamada diferente.

#SafeCreative Mina Cb

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