martes, 29 de noviembre de 2016

 


 LA TIERRA PROMETIDA

Abandonaron el aeropuerto entre sollozos tras ver cómo era engullida por el pasillo siguiente al control de seguridad. El pequeño quedaba rezagado, la vista atrás, resistiéndose a seguir al grupo y sin entender muy bien el por qué de tanta congoja.

“Falta mamá”- protestó, cuando uno de los adultos lo tomó en brazos para llevarlo al coche.

El trayecto de vuelta fue una nueva sucesión de lágrimas y gimoteos. Una vez ante la casa, el padre abrió la puerta y el chiquillo entró de estampida, recorriendo las paupérrimas estancias una a una al grito de “¡Mamá, mamá, ya estamos aquí!” mientras la madre, el corazón partido en dos, surcaba el cielo rumbo a la tierra prometida.

#SafeCreative Mina Cb

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