viernes, 15 de diciembre de 2017

 



UN ORGASMO CATASTRÓFICO

La atmósfera se volvió atómica cuando sus miradas se cruzaron. Ella era la mujer del jefe y él el nuevo becario, unos treinta años más joven pero lo bastante osado como para dejar caer disimuladamente una tarjeta con su número sobre la mesa que ocupaba la mujer. La mañana transcurrió entre whatssaps enfebrecidos y furtivas visitas al lavabo en donde se pudieron refrotar fogosamente un par de veces.
Quedaron a la salida del trabajo en un hotel del centro. Cuando llegó, la dama le esperaba sobre el lecho, rodeada de velas y cubiertos el rostro y el cabello por un velo de novia. Él traía una botella de Remi Martin con la que roció a la bella para acto seguido lanzarse sobre ella y empezar a lamerla con lascivia, sin haberla besado, y a continuación tomarla con la fogosidad propia de un efebo de su edad. Tal era el ímpetu que en el transcurso de una de las sacudidas, y cuando estaban ambos a punto de llegar al momento cumbre del encuentro, una de las velas del cabecero cayó sobre los tules impregnados en coñac y en un instante la pareja se convirtió en una antorcha humana que se deshacía en gritos de dolor y de placer mientras que un pavoroso incendio devoraba la estancia, después la planta y para terminar el edificio entero.

Lo que viene siendo un orgasmo catastrófico.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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